Acompañamiento a talleres de abuelos

Articulación con la comunidad

Hoy hablaremos de una actividad que involucra a nuestros alumnos y nos da la pauta de la inserción de nuestro colegio en el ámbito comunitario-barrial.

Los alumnos de la Modalidad de Adultos de Nivel Medio cursan una materia que se llama “Espacio de Vinculación con el Sector” (en adelante, “EVSO”), mediante la cual realizan prácticas en instituciones de diversa índole.

Este año el Equipo Directivo del Instituto decidió involucrarse en el trabajo con las personas de la Tercera Edad y a tal fin se iniciaron contactos con la parroquia Nuestra Señora del Trabajo. El grupo parroquial que atiende a este sector de la población es el Equipo de Abuelos “Santa Ana y San Joaquín” y con él se decidió unir fuerzas y realizar un trabajo en conjunto.

Distintivo del Equipo de Abuelos de la parroquia.

El Equipo de Abuelos “Santa Ana y San Joaquín” está formado por laicos que realizan una tarea voluntaria: organizan actividades para personas de la tercera edad, realizan visitas de acompañamiento, administran ayuda material y coordinan talleres. El Instituto decidió cooperar en este último punto: los talleres de capacitación.

De entre los diferentes cursos de capacitación fueron elegidos tres: el taller de folklore, el de literatura y el de computación. Alumnos de Quinto Año fueron asignados a esos talleres para acompañarlos y así comenzaron las prácticas.

Un momento en el Taller de Computación.

Los alumnos deben presentarse en el día y horario en que se realiza el taller y participar activamente en el mismo. Esto implica también realizar una observación participante y describir en profundidad el espacio en el cual están realizando las pasantías (actividades que se realizan, objetivos del espacio, quiénes participan, etcétera). Los alumnos son evaluados teniendo en cuenta los criterios del EVSO y las particularidades de los espacios comunitarios en donde se realizan las prácticas.

Es bueno recordar que la asignatura “Espacio de Vinculación con el Sector” tiene como objetivo brindar a los alumnos el acceso a “actividades prácticas que les permitan una incursión pre-profesional en el marco de la orientación”, como nos explica la docente Natalia Soria: ella y el profesor Roberto Romeira tienen a cargo el EVSO en los dos turnos, Mañana y Tarde, respectivamente. El EVSO tiene en cuenta la orientación, que es diferente en cada turno: en la Mañana la Orientación es Ciencias Sociales y Humanidades, mientras que a la noche es Economía y Administración.

Los alumnos están realizando también prácticas en la radio vecinal FM “Sur” 90.1 y en otros espacios comunitarios. Dichas prácticas pueden durar un semestre o todo el año, dependiendo de cómo esté planificada la materia EVSO y del desarrollo de las prácticas.

La actividad es intensa.

En cuanto a las pasantías en los Talles de Capacitación, podemos decir que se han transformado en experiencias interesantes, con diverso grado de participación y distintas maneras de interactuar entre alumnos y adultos mayores. El Taller de Computación y Redes Sociales, por ejemplo, ha demostrado ser un espacio exitoso, ya que los abuelos pueden acceder a computadoras con Internet y saciar su curiosidad navegando y buscando información, animándose a asomarse a un mundo digital que no ha sido pensado para ellos. Los jóvenes pueden manejar con facilidad las Nuevas Tecnologías porque han crecido con ellas; en cambio los adultos mayores tienen que hacer un esfuerzo extra por adaptarse y subirse a un tren de alta velocidad que no los espera.

Dentro de este Taller los alumnos han comenzado a enseñar también cómo manejar el teléfono celular, un aparato que también requiere un paciente proceso de aprendizaje dada su complejidad. Este taller está coordinado por Lourdes Quevedo, una egresada de nuestro Instituto.

También se trabaja para aprender a manipular mejor un teléfono celular moderno.

Hay mucho por trabajar y los alumnos pasantes están trabajando. Esperamos poder informar pronto  sobre nuevas experiencias. •

Visita de veteranos de Malvinas

Un momento con los héroes

La Guerra de las Islas Malvinas es un hecho reciente de nuestra historia que, a pesar de su carga trágica, nos invita a reflexionar. Con ese fin invitamos a un grupo de veteranos de Malvinas.

Soldados argentinos en Malvinas durante la guerra de 1982.

Esta iniciativa surgió en el transcurso de una clase de Psicología Social a cargo de la profesora Verónica Ridolfi. Ella cuenta que el objetivo era “reflexionar en los procesos de elaboración (individual y social) de situaciones traumáticas en un contexto de silencio y represión… lo que no se elabora, vuelve como enfermedad; en lo individual y en lo colectivo”. En esa clase un alumno contó que su padre había sido soldado y había estado en la Guerra de Malvinas. La docente consideró que sería muy provechoso invitar a este veterano a que viniera a clase y diera su testimonio en el marco de la asignatura y el tema que se estaba trabajando; sin embargo esto se transformó, dada la proximidad de la fecha, en una ocasión para conmemorar el Día del Veterano de Guerra y de los Caídos en Malvinas, y el papá de este alumno anunció que podría visitar la escuela con un grupo de camaradas. Quedó así acordada la visita de los veteranos como parte central del acto por el 2 de Abril.

El martes 12 de abril, tal como estaba previsto, a media mañana fue interrumpido el normal dictado de clases. Los alumnos del turno mañana, tanto del Ciclo Básico como de la modalidad de adultos, salieron de sus aulas y se dirigieron al templo parroquial, que dada la carencia de un Salón de Usos Múltiples suele funcionar para actividades como la que estamos describiendo.

Cuatro hombres ya maduros, que en aquel tiempo fueron jóvenes soldados, entraron a su vez al templo y se pararon frente al grupo de casi un centenar de alumnos. Unas palabras de la profesora Ridolfi sirvieron como presentación para que los alumnos supieran quiénes eran los invitados.

Se trataba de Juan Sánchez, Raúl Gorosito, Mario Gutiérrez y Terciano “Ciano” Zampieri. Sánchez y Gorosito fueron a la guerra como parte del Regimiento 8 de Infantería con asiento en Comodoro Rivadavia; Gutiérrez parte del personal de tierra en los aeródromos de la Fuerza Aérea Argentina en las islas; y “Ciano” en realidad era un civil que al igual que otros radioaficionados fue a Malvinas como parte de la “roa” (Red de Observadores del Aire); este último grupo tenía puestos de observación para vigilar los movimientos del enemigo. Nuestros visitantes forman parte de la Casa del Veterano de Guerra de Malvinas, ubicada en barrio Jardín Hipódromo.

Un momento de la exposición de los veteranos.

Luego de la presentación los veteranos desgranaron relatos sobre su participación en aquel conflicto. Evocaron el frío y el hambre, y también la importancia de mantener en alto la importancia de la causa por la cual lucharon.

El templo parroquial se convirtió en improvisado salón de actos.

Luego los alumnos les hicieron preguntas que habían preparado en los días anteriores como parte del trabajo en el aula previo a este evento. Los veteranos escucharon y respondieron con amabilidad.

Los veteranos responden preguntas de los alumnos.

La disertación de los veteranos de guerra se transformó por momentos en un diálogo franco y sincero donde los alumnos pudieron aprender sobre lo que significó la guerra para los jóvenes argentinos que participaron en ella. En esos testimonios se mezclaron la miseria y el heroísmo propio de todas las guerras, y desfilaron nombres y paisajes que son familiares a los veteranos y a quienes han estudiado esa guerra: Darwin, Pradera del Ganso, Bahía del Zorro, Puerto Argentino, Estrecho de San Carlos.

Luego de un par de horas se dio por finalizada la actividad conmemorativa y los alumnos se retiraron. Los veteranos se quedaron un rato más, conversando con algunos profesores, rememorando aquellos días de hambre y coraje tras un manto de neblinas. •